NOS VEMOS DESPUÉS, FITO.

Soy enemiga de juzgar duro al gobierno por corrupción, inseguridad y demás, porque soy una mujer coherente e imagino lo difícil que es controlar una nación. Estando dentro del medio te das cuenta de muchas cosas por las cuales los que gobiernan apestan, pero no soy de las que se cree la salvadora del mundo, porque ahí como me ven.. si!, también tengo pecadillos. (ji, ji, ji, ji...)

Pero hoy si me toca arremeter contra la p..$%&/ inseguridad y la justicia, en la que he puesto mi esperanza, en esa que todavía puedo confiar en que hará algo bien y sino que la nación os lo demande.

La muerte de “Fito”, es decir Adolfo Sánchez Guzmán (QEPD) me puso a analizar la situación de inseguridad en que vivimos.
Fito, aquel reportero alegre, dicharachero, en ocasiones altanero y desmadroso en potencia, perdió la vida de manera violenta. Lamentablemente para la prensa de Veracruz, México y el Mundo, es uno mas de los colegas que mueren de forma misteriosa y el motivo de su muerte es un secreto a voces.

Me da pena decirlo pero debo aceptar que de esa tragedia me entere con mucho retrazo pero dolió igual. Duele la impotencia de no poder hacer nada contra eso. Duele porque todos los días en este oficio tan noble ves uno o mas muertes, pero no de un cercano.
Duele porque fue un ser humano, un padre, un hijo y un comunicador. Y me duele porque algún día me senté a la mesa con él, y reí como desquiciada con sus ocurrencias.
Recuerdo sus mejor actuaciones de “joteria”, frente al ayuntamiento de Nogales, para intimidar aquellos que no fingían mucho.

Se pierde un periodista que hacia con gusto su trabajo, que digo trabajo.. aquello que yo llamo “el hobby del Periodismo”.

Fito: aquella vez, dije que había sido una perdida de tiempo y dinero ir a Orizaba a ver los restos del Santo Guizar y Valencia, porque no me dio foto, pero sabes esa fue la ultima vez que te abrace y bien .. eso vale toda la pena del mundo.

Nos vemos después.